lunes, 10 de septiembre de 2012

Día 87 – ¿ese soy yo hablando? - pronunciación y entonación.


Al haber nacido y crecido en un pueblo la pronunciación y entonación de algunas de las palabras que uso se han ajustado a lo que estoy acostumbrado a oír a las personas que me rodean, creyendo que de esa manera me entenderían en cualquier sitió en el que hablaran español. Al ir al colegio se me mostró una manera distinta de pronunciar algunas palabras, mostrándomelo como que eso era lo correcto y lo que debía aprender. Al pasar más tiempo con la familia que en el colegio al final te acostumbras a hablar con todo el mundo de la manera en la que hablas con la familia y amigos, creyendo que todo el mundo te va a entender de la misma manera que la familia y amigos. En este blog ecualizaré la pronunciación y entonación a lo que es mejor para todos por igual = cumplir el fin del lenguaje = comunicarse efectivamente con todos los demás.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado sentirme avergonzado de hablar de manera distinta a como lo hacen mis padres y abuelos.

En el momento y cuando me veo reaccionando en forma de la emoción de vergüenza ante el hecho de hablar de una manera distinta a como lo hacen mis padres y abuelos – me detengo y respiro, me doy cuenta de que estar participando en y como la emoción de vergüenza provocará que no esté aquí presente respirando en y como esta realidad física. Me comprometo a mi mismo a establecerme como la responsabilidad de mi mismo ya que me doy cuenta de que soy el creador de mi realidad a no permitir ni aceptar reaccionar como la emoción de vergüenza ante el hecho de pronunciar algunas palabras de manera diferente a como lo hacen mis padres y abuelos.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de almacenar más información y conocimiento que otra persona con el hecho de ser más inteligente que esa persona.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de ser más inteligente que otra persona con el hecho de ser superior a esa persona.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado sentirme avergonzado de hablar de manera distinta a como lo hacen mis padres y abuelos porque he conectado el hecho de pronunciar las palabras como aprendí en el colegio con el hecho de creerme superior a mis padres y abuelos.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado creer que el hecho de pronunciar las palabras como aprendí en el colegio me hace superior a mis padres y abuelos.

Me perdono a mi mismo que no me he permitido y aceptado darme cuenta que pronunciar unas palabras de una manera no me hace inferior ni superior a otras personas que pronuncien esas palabras de otra manera distinta.

Me perdono a mi mismo que no me he permitido y aceptado darme cuenta y aceptar que mis padres, abuelos y yo somos uno e iguales, y dado que somo uno e iguales – pensar que soy superior a ellos por el hecho de pronunciar algunas palabras de manera distinta es una perdida de tiempo.

En el momento y cuando me vea a mi mismo creyéndome superior a mis padres y abuelos por el hecho de pronunciar de manera diferente algunas palabras – me detengo y respiro, me doy cuenta de que mis padres, abuelos y yo somos uno e iguales, y me doy cuenta de que creer lo contrario provocará que este en mi mente en vez de estar presente aquí respirando en y como lo físico. Me comprometo a mi mismo a establecerme como la responsabilidad de mi mismo como el creador de mi realidad que soy y de esa manera no permitir ni aceptar pensamientos, emociones ni sentimientos relacionados con juicios y comparaciones hacia otras personas por la manera de pronunciar algunas palabras.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado tratar de no ofender/molestar a mis padres y abuelos tratando de pronunciar las palabras de manera similar a como ellos lo hacen.

En el momento y cuando me veo pronunciando de manera similar a como lo hacen mis padres y abuelos por el hecho de agradarles y hacerles sentir bien cuando están conmigo – me detengo y respiro, me doy cuenta de que al buscar la manera de agradar y hacer que mis padres y abuelos estén cómodos conmigo estoy participando en la mente tratando de hacerme sentir bien al hacer lo que creo correcto, por lo tanto estando alimentando a mi interés propio en vez de vivir por lo que es mejor para todos por igual estando presente aquí respirando en y como lo físico. Me comprometo a mi mismo a establecerme como la responsabilidad de mi mismo como el creador de mi realidad que soy y de esa manera no permitir ni aceptar pensamientos, emociones ni sentimientos relacionados con provocar que mis padres y abuelos estén cómodos conmigo.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de pronunciar una palabra de manera diferente a como lo hacen mis padres y abuelos con el hecho de ofenderles/molestarles por el hecho de creer que si hubieran tenido la oportunidad que yo he tenido en la vida de aprender en la escuela lo habrían hecho.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de ofender/molestar a mis padres y abuelos con el hecho de mostrarle la calidad de vida que estoy llevando y que ellos no pudieron tener.

Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado reaccionar emocionalmente en forma de culpabilidad por el hecho de poder tener la vida que tengo cuando existen otras personas que no pueden.

En el momento y cuando me veo reaccionando emocionalmente en forma de culpabilidad por el hecho de poder tener la vida que tengo cuando existen personas que no pueden - me detengo y respiro, me doy cuenta de que experimentar la emoción de culpabilidad ante esa situación no evitará que esa situación siga existiendo, sino que al estar participando en y como esa emoción de culpabilidad estaré participando en y como la mente en vez de detenerme y tratar de hacer un cambio físico real en esa situación estando respirando en esta realidad física sin participar en y como mi mente. Me comprometo a mi mismo a establecerme como la responsabilidad de mi mismo como creador de mi realidad y de esa manera no permitir ni aceptar la emoción de culpabilidad al darme cuenta de la desigualdad de la existencia actual.

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