Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado juzgar la velocidad con la que hablo, es decir, la cantidad de información que transmito en un momento.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado querer transmitir una gran cantidad de información en un intervalo corto de tiempo.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado tener miedo de ser interrumpido mientras hablo. Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de ser interrumpido mientras hablo con el miedo en si. Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado temer a mi propio miedo.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado tener miedo de no ser escuchado cuando hablo. Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de no ser escuchado mientras hablo con el miedo en si. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado temer a mi propio miedo.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de transmitir una gran cantidad de información con el hecho de asegurarme de que lo que quiero decir lo dejo claro sin haberme dado cuenta de que se puede expresar y dejar claro lo que se quiere exponer sin necesidad de usar para ello mucha información, palabras, frases.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado querer que las personas con las que me comunico entiendan/vean de la misma manera en la que yo entiendo/veo lo que estoy comunicando sin haberme dado cuenta de que no depende de mi el hecho de que entiendan/vean una cosa de la misma manera en la que yo la entiendo/veo, sino que depende de ellos mismo.
En el momento y cuando me veo juzgándome a mí mismo por el hecho de hablar rápido - me detengo y respiro, yo no permito ni acepto participar en y como juicios a mi mismo por la cantidad de información que expreso en un intervalo de tiempo, me doy cuenta de que juzgarme y criticarme a mi mismo por ese hecho no me ayudará ni provocará que cambie el hecho que me provocó reaccionar en forma de juicios a mi mismo ni que pare de juzgarme a mi mismo. Me comprometo a mi mismo a en vez de juzgarme y criticarme negativamente por el hecho de hablar rápido, a investigar sobre el origen de ese comportamiento, es decir, preguntarme siendo honesto conmigo mismo acerca del por qué me comporto de esa manera para darme cuenta de si es debido al interés propio o al sentido común.
En el momento y cuando me veo queriendo transmitir una gran cantidad de información en un corto periodo de tiempo - me detengo y respiro, me doy cuenta de que tener prisa por transmitir la información que me he propuesto transmitir provoca que no me centre en el mensaje y la información que quiero transmitir lo que provoca que repita información y no sea directo y claro en lo que me he propuesto decir. Me comprometo a mi mismo a que en el momento y cuando me vea hablando rápido - detenerme, respirar y aplicar perdón a uno mismo al hecho que me llevó reaccionar en forma de querer transmitir una gran cantidad en un corto periodo de tiempo.
En el momento y cuando me veo temiendo ser interrumpido mientras estoy hablando por la persona o personas con las que estoy hablando - me detengo y respiro, yo no permito ni acepto definirme por lo que otra persona haga en mi presencia, y me doy cuenta de interrumpirme es algo que yo decido, es decir, yo decido dejar de hablar al oír hablar a esa persona, el hecho de ser interrumpido sin interpretaciones de mi mente es sólo posible a través de ser 'obligado' físicamente ya sea por parte de esa persona o de la situación, y me doy cuenta de que ante esa situación de interrupción física no tiene sentido tener miedo de ello o preocuparse por ello ya que no sirve de nada hacerlo, ya que en ese momento no soy capaz de dirigir/controlar la situación. Me comprometo a mi mismo a que en el momento en el que me veo reaccionando emocionalmente en forma de miedo ante la situación de ser interrumpido mientras hablo - detenerme, respirar y aplicar perdón a uno mismo ante el origen que me llevó a reaccionar de esa forma.
En el momento y cuando me veo temiendo no ser escuchado mientras estoy hablando - me detengo y respiro, yo no permito ni acepto definirme por el hecho de ser escuchado o no, yo no permito ni acepto usar la comunicación física a través de mi cuerpo físico para satisfacer el deseo de ser escuchado, sino como expresión de mi mismo en la cual es irrelevante ser escuchado o no ya que sólo lo hago por expresarme.
Me comprometo a mi mismo a que en vez de comunicarme desde el punto de partida de querer que las personas con las que me comunico entiendan/vean un punto de la misma manera en la que yo lo entiendo/veo, a comunicarme desde el punto de partida de expresarme a mi mismo y como tal simplemente comunicarme exponiendo mi perspectiva.
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