Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado existir/encarnar y energizar a un personaje cuya finalidad o meta consiste en seducir mujeres para poder tener sexo con ellas.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado renunciar a la vida y a mi mismo como lo que realmente soy únicamente para poder tener sexo con mujeres.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado separarme de mi mismo al permitir y aceptar crear, encarnar y darle poder al personaje seductor.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al dirigir mi atención en aquellas zonas en las que las mujeres han dedicado tiempo y esfuerzo colocando algún detalle que exprese su personalidad.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al comentar con las mujeres lo mucho que me encantan sus personalidades y sus formas de ser por su presencia, apariencia y manera de comunicarse conmigo.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al participar en mi mente al intentar crear/elaborar una excusa con la que poder dirigirme a una mujer y poder así entablar una conversación con ella.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al juzgar y psicoanalizar a una mujer por su apariencia física, manera de vestir, andar y comportarse con las personas que le rodean para determinar si voy a dedicar algún esfuerzo y tiempo tratando de seducirla.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al intentar no mostrar demasiado interés ante la mujer que tengo delante evitando mirar descaradamente sus tetas/pechos y su culo.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al fingir que me gustan cosas que en realidad no me gustan en absoluto únicamente para engañar a la mujer que tengo delante para que crea que tenemos cosas en común y facilitarme así el último fin de llegar a tener sexo con ella.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al cuidar y preocuparme por mi imagen (apariencia física, forma de actuar, manera de hablar) para intentar atraer la atención de mujeres hacia mi, para intentar que crean que soy esa persona que buscan.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al interesarme por la vida de algunas mujeres únicamente para que confíen en mi y pueda así tener sexo con ellas.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al pensar en tener sexo con todas las chicas que me llaman la atención por su aspecto físico.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al personaje seductor al pensar en tener sexo con una chica por el hecho de haber oído y definido su tono de voz como dulce, femenino y erótico.
Me perdono a mi mismo que me he permitido y aceptado encarnar y darle poder al personaje seductor al no ver a una chica muy atractiva y mostrando unas largas piernas y un gran escote como a un ser humano uno e igual a mi y verla como un 'objeto sexual' con el que me gustaría tener sexo.
Me comprometo a cada vez que observe algún patrón del personaje seductor parar, respirar, perdonarme por haber permitido y aceptado que surga ese patrón de nuevo y seguir caminando estando seguro de no seguir participando en ese patrón que ya he perdonado sino es así volver a respirar y a aplicar perdón a uno mismo.
Me comprometo a seguir respirando y así ser consciente de si encarno y doy poder al personaje seductor.
Me comprometo a parar y dejar de encarnar al personaje seductor ya que no apoya a la vida como lo que es lo mejor para todos por igual y solo apoya al placer y abuso de la sustancia a través de tener como razón para existir el hecho de llegar a tener sexo.
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