Al empezar este segundo cuatrimestre de la Universidad me doy cuenta de que tal y como tengo el horario cada día, no voy a poder sacarlo todo adelante. Este cuatrimestre tengo cinco asignaturas el trabajo de fin de grado, prácticas en empresa y clases particulares, lo cual hace bastante difícil sacarlo todo adelante sin morir en el intento. Así que lo que he decidido es dejar de dar algunas o todas las clases particulares que estoy dando ahora. Pero claro, llevo desde que empezó el curso dándoles clase y tener que dejarlos ahora me sabe un poco mal, porque aparentemente van muy bien y le gusta tenerme como profesor. Por tanto no encuentro el momento de decirles que ya no podré ir más, que se busquen a otra persona, y contra más tiempo lo vaya dejando más difícil será encontrar a alguien.
Por tanto, en este blog camino el punto de sentirme incapaz de decir que no a alguien, en la situación en la que creo que esta persona quiere que diga que sí.
Declaraciones de perdón, corrección y compromiso a mí mismo:
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado tener miedo de decir que no puedo darles más clases particulares, a los alumnos que tengo, porque tengo miedo de ser juzgado como traidor y egoísta. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de decir que no puedo darles más clases particulares a los alumnos que tengo, con el miedo en sí. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado temer mi propio miedo.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado juzgarme a mí mismo como traidor y egoísta, en la situación la cual les digo a mis alumnos que no puedo continuar dándoles clases particulares.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado tener miedo de ser juzgado por mis alumnos como traidor y egoísta, porque tengo miedo de ser rechazado por esas personas y que esas personas corran lo voz de que no soy de fiar y así me rechacen más personas aún. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de ser juzgado como traidor y egoísta con el miedo en sí. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado temer mi propio miedo.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado tener miedo de ser rechazado por mis alumnos, familiares y amigos. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho de ser rechazado por mis alumnos, familiares y amigos, con el miedo en sí. Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado temer mi propio miedo.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado creer que mis alumnos estarán en contra de mi idea de dejarles de dar clases particulares.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado creer que mis alumnos me prefieren a mí a cualquier otro profesor particular.
En el momento y cuando me vea a mí mismo temiendo decir a mis alumnos que no podré darles más clases particulares - me detengo y respiro. Me doy cuenta de que si continúo dándoles clases particulares a todos mis alumnos no conseguiré aprobar todo y acabar la carrera en Junio, por tanto me doy cuenta de que aunque me venga muy bien el dinero si no consigo aprobar las asignaturas tendré que volver a matricularme y tendré que invertir más dinero del que recibiré por las clases.
Me comprometo a mí mismo a establecerme como la responsabilidad de mí mismo y así ser consecuente con la decisión que he tomado de dejar de dar algunas clases particulares.
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