Hace varios días estuve
comiendo con unos compañeros de clase, y en varios momentos durante
ese tiempo que estuve con ellos sucedió que yo no tenía nada que
aportar a las conversaciones, o directamente no podía seguir algunas
conversaciones que iban referidas a videojuegos que yo no había
jugado ni conocía o a situaciones que no había vivido con ellos, no
conocía.
La mayor parte del tiempo la
pasé en silencio, simplemente observando y escuchando las
conversaciones y lo que sucedía alrededor. Y en algunos de estos
momentos algún compañero me miraba y yo no tenía nada que decir
así que continuaba en silencio, en esos momento experimenté
nerviosismo/estrés al creer que debía aportar/comentar algo,
participar en las conversaciones.
En este blog aplicaré
perdón a mí mismo en todos aquellos momentos que experimenté en
los cuales no estuve presente respirando ahí, sino más bien en mi
mente juzgándome y experimentando ansiedad al no saber si debería
decir/aportar algo a las conversaciones.
Me perdono a mí mismo que
me he permitido y aceptado cuestionarme/preguntarme a mí mismo si
debería hablar o quedarme callado, en la situación la cual A me miró
mientras estábamos comiendo juntos y el resto de compañeros estaban
hablando entre ellos, para a través de participar en este
pensamiento activar a mi personaje sociable creyendo que de ese modo
estaré integrado en el grupo.
Me perdono a mí mismo que
me he permitido y aceptado querer/desear estar integrado en el grupo
de compañeros de clase, en la situación la cual estamos comiendo
juntos, ya que creo que si no estoy integrado en el grupo mis
compañeros comenzarán a burlarse de mí por estar todo el tiempo
callado sin decir nada.
Me perdono a mí mismo que
me he permitido y aceptado creer que mis compañeros se burlarán de
mí si no aporto nada a las conversaciones que tienen entre ellos,
creyendo que al estar todo el tiempo callado mis compañeros me
juzgarán como raro.
Me perdono a mí mismo que
me he permitido y aceptado tener miedo a ser juzgado como raro, me
perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado conectar el hecho
de ser juzgado como raro con el miedo en sí, me perdono a mí mismo
que me he permitido y aceptado temer a mi propio miedo.
Me perdono a mí mismo que
no me he permitido y aceptado darme cuenta de que en realidad soy yo
mismo la persona que me juzga como raro por estar en silencio
observando y escuchando como hablan mis compañeros, en la situación
la cual estoy con mis compañeros de clase comiendo.
Me perdono a mí mismo que
me he permitido y aceptado juzgarme como raro, en la situación la
cual estoy con mis compañeros de clase callado observando y
escuchando lo que ocurre alrededor.
En el momento y cuando me
vea a mí mismo juzgándome como raro por estar callado observando y
escuchando lo que ocurre a mi alrededor, estando con compañeros de
clase – me detengo y respiro, me doy cuenta de que juzgarme en ese
situación como raro provocará que esté intranquilo, ansioso, sin
saber si debo aportar algo a las conversaciones o no.
Me comprometo a mí mismo a
aportar algo a las conversaciones que tienen mis compañeros entre
ellos siempre y cuando tenga algo que quiera y pueda aportar a la
conversación, en otro caso me comprometo a permanecer respirando,
escuchando, observando, estando presente en esa situación.
Continúo en el siguiente
blog.
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