miércoles, 6 de junio de 2012

Día 17 - Miedo a ser dirigido


Me perdono por haber permitido y aceptado reaccionar ante cualquier consejo o sugerencia acerca de mi comportamiento y de i manera de expresarme.

Me perdono por haber permitido y aceptado experimentar una sensación de incomodidez, mal-estar, opresión en la barriga ante el hecho de recibir ordenes por parte de otra persona.

Me perdono por haber permitido y aceptado negar y reaccionar ante cualquier sugerencia o consejo si este se me es expresado de una manera agresiva como con tono muy elevado de voz y con una actitud intimidatoria.

Me perdono por haber permitido y aceptado sentirme cohibido, intimidado, incomodo, e incluso enfadado o en posición defensiva ante el hecho de recibir ordenes en un tono elevado de voz y en una actitud intimidatoria.

Me perdono por haber permitido y aceptado tener miedo a no controlar mi vida.

Me perdono por haber permitido y aceptado conectar el hecho de no controlar mi vida con el miedo en sí mismo.

Me perdono por haber permitido y aceptado temer a mi propio miedo.

Me perdono por haber permitido y aceptado tener miedo a ser controlado o dirigido por alguien o algo externo a mi mismo.

Me perdono por haber permitido y aceptado conectar el hecho de ser controlado o dirigido por alguien o algo externo a mi mismo con el miedo en sí mismo.

Me perdono por haber permitido y aceptado temer a mi propio miedo.

Me perdono por no haber permitido y aceptado escuchar a las personas que tratan de darme un consejo, una sugerencia, o una orden independientemente del tono y de las formas en las que me es expresado.

Me perdono por haber permitido y aceptado juzgar previamente a las personas por su actitud y su forma de expresarse para así decidir si sigo escuchando a esa persona o no.

Me perdono por haber permitido y aceptado tener miedo a no llevar razón o equivocarme.

Me perdono por haber permitido y aceptado conectar el hecho de no llevar razón o equivocarme con el miedo en sí mismo.

Me perdono por haber permitido y aceptado temer a mi propio miedo.

Me perdono por haber permitido y aceptado creer que por el hecho de que una persona lleve razón y la otra no y ambos se den cuenta de ello, la persona que tiene razón tiene derecho a despreciar o avergonzar a la otra persona.

Me perdono por haber permitido y aceptado creer que soy un super-ser humano que nunca se equivoca y siempre lleva razón.

Me perdono por haber permitido y aceptado querer dirigir a las personas que me rodean.

Me perdono por haber permitido y aceptado dar consejos y sugerencias a otras personas cuando yo no las estoy llevando a cabo.

Me perdono por haber permitido y aceptado dar ordenes a las personas que me rodean.

Me comprometo a no dejarme llevar por mis sentimientos y seguir respirando a pesar de que lo que esté escuchando no sea de mi agrado.

Me comprometo a permanecer estable en el respiro a pesar de que mi cuerpo reaccione o se comporte de una manera opuesta.

Me comprometo a no negar la realidad mediante justificaciones y a afrontar la realidad.

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