Día 286 - periodo después de exámenes
Declaraciones de perdón, corrección y compromiso a mí mismo:
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado querer/desear sacar la mayor nota de la clase en cada uno de los exámenes que hago en matemáticas.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado comparar mi nota con la del resto de compañeros, y así compararme con ellos a través de las notas que hemos sacado en los exámenes, creyendo que soy mejor/más importante/más inteligente que aquellos que han sacado una nota inferior a la mía, y creer ser peor/menos importante/menos inteligente que aquellas personas que han sacado más nota que yo en el examen. Sin haberme dado cuenta de que la nota del examen refleja la atención y dedicación en cuanto a tiempo y concentración que has invertido en la preparación de dicho examen, por tanto me doy cuenta que no tiene que ver con la inteligencia como algo que te hacer creer ser superior o inferior a otras personas, si no más bien con la habilidad para dirigirse a uno mismo en la actividad del estudio y en el prestar atención en clase.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado limitar toda mi expresión a la nota que haya sacado en cada uno de los exámenes, creyendo así ser un número en mi expediente, una calificación. Sin haberme dado cuenta de que la nota que saque en un examen aporta información sobre mi capacidad para realizar ese tipo de exámenes, por tanto me doy cuenta de que no aporta información sobre mi expresión como lo que yo soy y como lo hago día a día, es decir, la nota en un examen es una descripción limitada de mis conocimientos como lo que he llegado a ser, por lo que me doy cuenta de que sentirme totalmente identificado con ese número sólo provocará que me evada de mí mismo como mi expresión en esta realidad física.
Me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado creer ser inferior/menos importante que mis profesores de matemáticas, por creer tener menos conocimientos matemáticos que los que aparentemente ellos poseen. Por lo que me perdono a mí mismo que me he permitido y aceptado compararme con mis profesores en base a los conocimientos que tenemos cada uno sobre las matemáticas. Sin haberme dado cuenta de que los conocimientos, la información sobre un determinado tema no nos define como lo que realmente somos, por tanto me doy cuenta de que comparar a las personas por la cantidad de información que poseen sobre un determinado tema sólo tiene como objetivo satisfacer mi interés propio, mi ego, tratando de querer/desear creer ser superior/mejor que las personas con las que me comparo.
Me perdono a mí mismo que no me he permitido y aceptado darme cuenta de que estudiar la carrera de matemáticas en la universidad es una gran oportunidad para adquirir nuevos conocimientos sobre matemáticas y ponerme a prueba en cuanto a mi capacidad de dirigir mi atención y entender un determinado tema, por lo que me doy cuenta de que el dirigir mi atención en temas egoístas como el desear creer ser mejor que otros compañeros provocará que me evada del propósito de aprender, al dirigir mi atención a mi mente en forma de comparación hacia otros en vez de estar estudiando o prestando atención en clase.
En el momento y cuando me vea a mí mismo comparándome con compañeros de clase - me detengo y respiro. Me doy cuenta de que durante ese tiempo que esté participando en mi mente me será imposible estar aquí prestando atención o estudiando matemáticas.
Me comprometo a mí mismo a establecerme como la responsabilidad de mí mismo y así vivir/caminar la decisión que he tomado de estudiar la carrera de matemáticas, centrándome así en mi proceso individual de caminar dicha carrera por y para mí mismo.
Continúo en el siguiente blog.
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